FUNDAMAR, la OPPC-3 y la Fundación Mujeres, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, en el marco del Programa Pleamar del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, se encuentran desarrollando el proyecto REDMAR III, programa para el fomento de experiencias a bordo y mejora del intercambio de buenas prácticas en Red, en materia de igualdad de oportunidades, seguridad a bordo y medio ambiente.

El pasado 5 de noviembre de 2020 se celebró, en las instalaciones de la OPPC-3 y a través de la herramienta online Microsoft Teams el tercer workshop del proyecto REDMAR III, desarrollado por FUNDAMAR, la OPPC-3 y Fundación Mujeres, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el marco del Programa Pleamar del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca.

En el mismo, se contó con la colaboración y presencia de Ramón Sancho, de COAPRE, abordando la perspectiva de género en la gestión de los riesgos y ejemplos de buenas prácticas a Begoña Marugán, miembro de la Secretaría de las mujeres de FSC-CCOO y María Caldeiro de Fundamar

Ponentes del Workshop III de Seguridad y PRL del proyecto REDMAR III: Ramón Sancho de ARVI, Begoña Marugán de e la Secretaría de las mujeres de FSC-CCOO y María Caldeiro de Fundamar

Tras una breve introducción de Ángela Cortina, de la OPPF-4 y moderadora invitada, en la que explicó los objetivos principales del proyecto, sus líneas de actuación, y que con este workshop se concluye en ciclo de actividades previstas para esta edición del proyecto, da paso a Begoña Marugán que hizo su ponencia en base a experiencias y extrapolación de buenas prácticas desde la perspectiva de género al sector pesquero.

La perspectiva de género en la gestión de los riegos, ejemplos de buenas prácticas

Desde su punto de vista, la primera buena práctica sería empezar a cambiar marcos conceptuales, cambiar el ¿por qué es esencial la perspectiva de género en la PRL? El ¿Por qué no es esencial la perspectiva de género en la PRL?

En el contexto de la salud, existen diferencias morfológicas, psicológicas, hormonales, etc. que diferencian a los hombres de las mujeres. Los hombres, en general, son más altos y pesados. Generalmente, la ropa de trabajo está diseñada para los cuerpos masculinos. Como ejemplo, indica que hace años, a la Guardia Civil se le dotó de chalecos antibalas para las mujeres. Las mujeres estaban trabajando con chalecos antibalas que eran para hombres, y debido a sus diferencias a nivel pectoral principalmente, tenían dificultades para trabajar con los chalecos diseñados para los hombres.  

En el deporte, está demostrado que los hombres tienen más masa muscular. Sin embargo, las mujeres somos más elásticas y flexibles. Este conocimiento de las diferencias entre hombres y mujeres ya nos está sirviendo en el ámbito del trabajo: En las pruebas físicas de las oposiciones ya tienen en cuenta estas diferencias de género.

Carmen Valls, Dra. Endocrina especializada en estos asuntos, indica que habitualmente los ensayos clínicos se hacen con hombres. Por ejemplo, las alertas o alarmas del infarto que todos conocemos son síntomas que se producen en hombres. Y está demostrado que no son los mismos síntomas para las mujeres. Igual que los medicamentos, en la medida que se hacen y ensayan con hombres, las mujeres consumen medicación que no está probada en ellas.

Respecto a las diferencias hormonales, que son naturales y evidentes, las mujeres tenemos la menstruación y no estaría de más que en los botiquines de los puestos de trabajo se tuvieran compresas, tampones, o pastillas para la regla. Además, las mujeres también tienen la menopausia, y una de las cuestiones que se ha estado viendo es que se recomienda la creación de ropas con capas, para que las mujeres puedan quitarse o ponerse capas, según lo necesiten.

Begoña indica que en el ámbito laboral debemos empezar hacernos preguntas. ¿Tenemos los mismos trabajos? Existe claramente la segregación del trabajo por sexos. Las mujeres siguen estando presentes en las mismas familias profesionales: socio sanitario, textil, comercio, etc. En el sector pesquero, los hombres trabajan en el mar y las mujeres en tierra. No podemos utilizar los mismos elementos de PRL para unos y para otros; y es necesario adoptar medidas, como por ejemplo la adaptación del diseño de los barcos, para que estén ambos sexos.

En Puertos Españoles del Estado hay una cantidad de policías portuarias mujeres muy grande; por lo que fue necesario crear instalaciones para que se cambiaran las mujeres y unos baños.

En diferentes planes de igualdad, como medida ha sido necesario contratar máquinas para que pudieran acceder mujeres a esos puestos, y para que los hombres no tuvieran un índice tan elevado de lesiones.

Otro ejemplo claro, es el caso de la estiba en el Puerto de Algeciras. Allí, directamente no se recogían los CV a las mujeres. Se ha obligado por justicia y democracia que puedan entrar mujeres, y que exista maquinaria para que el trinchado no produzca lesiones, ni a los hombres ni a las mujeres que desempeñan esa tarea.

Como anotación, respecto a la manipulación de cargas, realiza una reflexión respecto a que un paquete de 60Kg pesa menos que un anciano de 80Kg.Por ello, se han diseñado una serie de grúas y mecanismos que ayudan a trasladar a los enfermos.

Respecto a los tipos de exposición en riesgos químicos. Un porcentaje muy importante de mujeres trabaja en limpieza, donde existe una alta toxicidad de los productos, además de que la fatiga crónica o la fibromialgia son enfermedades que afectan principalmente a las mujeres.

En cuanto a los tipos de contratación, es cierto que la temporalidad es altísima, tanto para hombres como para las mujeres, pero las mujeres son las reinas de la jornada parcial, y en muchas ocasiones se concentran dos y tres trabajos en la misma persona.  

Unido al tema de la exposición a químicos, para las empleadas de hogar, se hizo un folleto informativo respecto a la toxicidad de los productos para las mujeres empleadas, y para las empresas que las emplean.

Respecto al salario, las mujeres y los hombres no reciben los mismos salarios, e incluso no reciben los mismos salarios por trabajos de igual valor.

Nombra ejemplo, una sentencia que ha obligado a redistribuir los pluses en un hotel español. Los camareros de sala, mayoritariamente hombres, cobraban 640€ en concepto de plus. Sin embargo, las camareras de piso, mayoritariamente mujeres, cobraban 139 € de plus.

Además, las mujeres están sometidas a una alta tensión en la que hay una alta exigencia profesional, pero bajo control sobre su actividad. Menciona un estudio del ISHTAS de Barcelona sobre condiciones de trabajo, inseguridad y salud en el contexto del COVID-19 [1] que demostró que un 13% de los perfiles analizados fueron a trabajar enfermas de COVID. El perfil de las personas que fueron a trabajar estando enfermas de COVID fueron mujeres, enfermeras, personal de geriátricos, cajeras, tenderas de tiendas alimentos de primera necesidad… Además, comenta que en esa época no se estaban dando los EPIS para que estas personas desarrollaran su trabajo en condiciones de seguridad; y, sin embargo, iban a trabajar.

En cuanto a los Accidentes de Trabajo y las Enfermedades Profesionales (AT y EP), es verdad que los hombres se accidentan más. El volumen de siniestralidad en la mar es muy alto porque faltan medios, las instalaciones son difíciles, y porque el trabajo es muy duro. Además de eso, influye considerablemente el comportamiento arriesgado de socialización masculina. El estereotipo de que los hombres deben ser “tipos valiente que no tienen miedo a nada, y que se arriesgan”, y esto provoca accidentes.

Si tenemos en cuenta los datos de desempleo, 6-7 de cada 10 personas desempleadas son mujeres. Hay mujeres que pierden su trabajo porque trabajan en servicios, o porque tienen niños/as a cargo.

Respecto al estado de salud, a partir de los 45 años las mujeres tienen más dolor que los hombres. Tienen cansancio, agotamiento y problemas para conciliar el sueño, muchas veces debido a la doble jornada, la doble exigencia.

Es necesaria, la corresponsabilidad por parte de los hombres, debido a que el desgaste físico y emocional que sufren las mujeres también es una cuestión de género.

Finalmente, existen riesgos específicos para las mujeres como es el acoso sexual. En el ámbito marítimo, existe bastante acoso en los cruceros y buques de pasaje. Pero también en buques de pesca, personal de la tripulación y embarques científicos en alta mar. Begoña indica que en estos casos “no tenemos espacio para separar a la persona denunciada de la persona que dice haber sido acosada”.

El embarazo debe ser tenido en cuenta en los reconocimientos médicos previos al embarque e incluso Introducir pruebas ginecológicas.

Por otro lado, el riesgo psicosocial para las mujeres que comporta entrar en un barco es muy elevado, porque tienen que demostrar que valen siguiendo un modelo y un patrón masculino.

Incorporación del enfoque de género en la PRL del sector pesquero

A continuación, hace su intervención María Caldeiro de FUNDAMAR, que presenta los primeros resultados del estudio que están desarrollando en el marco de la introducción del enfoque de género en la prevención de riesgos laborales a bordo de los buques de pesca de Galicia.

Han realizado un trabajo de gabinete, consultando fuentes documentales, se han realizado entrevistas en profundidad a expertos y profesionales de la PRL, y a través de un focus group se ha realizado un pan de expertos.

A continuación, se han establecido los factores intrínsecos o biológicos, el embarazo (RD39/1997), y otros factores de desigualdad de género, a tener en cuenta en la gestión de la prevención de riesgos laborales a bordo de los buques de pesca.

En cuanto a los factores de desigualdad de género, se enumeran los siguientes:

  • Segregación horizontal
  • Segregación vertical: dificultades de acceso a la actividad y permanencia
  • Desigualdades en las condiciones laborales.
  • Desigualdades en los equipos y herramientas de trabajo y en algunos casos en los EPI.
  • Adaptabilidad en los buques.
  • Maternidad y conciliación
  • Condiciones de vida a bordo: aislamiento de género.
  • Situaciones de sexismo, intimidación o acoso a bordo.

Las mujeres tienen más problemas para acceder al trabajo a bordo, y existen desigualdades a la hora de poder obtener los días de mar para poder tener el título profesional. En algunas ocasiones, estas mujeres se derivan a la marina mercante o el pasaje, por salvar las dificultades que se encuentran en el sector.

Respecto a la repercusión de los riesgos, los riesgos ergonómicos son diferentes para hombres y mujeres. Los riesgos químicos afectan de manera diferente a hombres y mujeres, el estrés térmico, debido a las diferencias fisiológicas; y por supuesto, los riesgos psicosociales que son diferentes para mujeres y hombres, como ya se ha comentado.

Como necesidades detectadas, se establecen las siguientes:

  • Insuficiente concienciación de las empresas, empresas de PRL, formadores, etc.
  • Carencia en la integración de género en la gestión.
  • Necesidad de información y formación en materia de PRL.
  • Introducir el valor de género en las exposiciones.
  • Atención insuficiente en la selección de herramientas.
  • Reconocimientos médicos adaptados a las personas.
  • Ausencia de mujeres expertas en el ámbito de la PRL en el sector pesquero.
  • El marco normativo no aborda….

Respecto a las diferencias físicas entre hombres y mujeres, es importante destacar que no todos los hombres tienen la misma talla y altura, por lo que la diferenciación por sexo beneficiaria a ambos sexos.

Descarga la presentación de María Caldeiro

Experiencias de éxito en la prevención de riesgos laborales y seguridad en el sector marítimo pesquero

Finalmente, interviene Ramón Sancho del servicio mancomunado de PRL de COAPRE, indicando sus actividades y experiencias de éxito en la PRL en el sector en relación con la PRL.  

Ramón señala como experiencia de éxito de su entidad, particularmente, identificar, evaluar y planificar por cada tarea, no por puesto de trabajo, porque así no dejan lugar a la improvisación y están identificadas todas las tareas en la evaluación de riesgos. Señala que el índice de incidencia de accidentes con baja en los barcos en los que trabajan es muy inferior a los índices de incidencia a nivel nacional y de Galicia, por lo que establece la importancia de establecer una evaluación de riesgos por tareas, y no por el puesto de trabajo.

Al trabajar exclusivamente para el sector, el servicio de PRL está especializado, y actualmente dan cobertura a 155 centros de trabajo y a más de 1600 trabajadores/as.

Descarga la presentación de Ramón Sancho

ACTIVIDAD GRUPAL

En la última parte del workshop, se le consulta a Ramón por su participación en el Consello Galego de Seguridade e Sáude Laboral, respecto a los temas tratados en dicho organismo, y de si se tratan cuestiones de género en el ámbito de la prevención. Indica que no es un asunto tratado en las reuniones del Consello y que no existe ninguna hoja de ruta marcada para el ámbito de la introducción de la perspectiva de género en la PRL.

Como ejemplo, se comenta que la altura de los equipos de trabajo no es móvil, en el 99,9% de los barcos, por lo que no se adapta a la altura de la persona trabajadora que desarrolla la tarea.

Begoña consulta también si el hecho de que se esté haciendo poco significa que no se va a hacer más y si es viable que se haga más, y que mejoren las condiciones en los barcos; y si sería posible, de forma transversal, tratar la perspectiva de género en las publicaciones y trabajos que desarrolla COAPRE a nivel privado y con la Administración.

María Caldeiro, respecto al tema de la adaptabilidad de los buques insiste en que ninguna de las mujeres que participaron en el proyecto REDMAR consideran que la falta de adaptación estructural es una barrera para su acceso a su trabajo a bordo de los buques.

Como conclusión general de esta jornada de trabajo se considera que la mejor práctica es visibilizar que existen diferencias entre hombres y mujeres, y que esas diferencias tienen posibilidades de ser atajadas, de manera que se cree una sociedad mejor tanto para los hombres como para las mujeres.


[1] https://istas.net/sites/default/files/2020-07/InformeCOTS_01072020.pdf

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